Te gustaría conocer Londres? Si dentro de tus planes está conocer la capital de Inglaterra, es importante como en todo viaje, repasar un poco acerca de la ciudad, hacer una lista previa de acuerdo a los días disponibles para el viaje de los lugares a conocer por orden de prioridad.
Otro punto importante sobre esta ciudad, es el clima, tener en cuenta que es considerada una ciudad gris, donde la mayor parte del tiempo está nublado; sin embargo, hay momentos del durante el día donde puede aparecer el sol. Pero la realidad, es que frecuentan las lluvias, aunque no de alta intensidad, pero no puede faltar un paraguas o impermeable en tu maleta.
Mi estadía en Londres fue de 4 días y 3 noches, aquí te comparto todo el recorrido, con cada una de las visitas diarias.
Si prefiere conocer alguna información un poco más específica, como horarios, entradas y localización de los monumentos, te invito a leer: ¿Qué hacer en Londres en 4 días?
O si por el contrario estás interesado en conocer la historia completa de la travesía, te invito a sumergirte en este increíble viaje!
Índice de Contenido
- Día 1: Viaje de París a Londres por el Canal de la Mancha
- Día 2 : Big Ben, Palacio de Westminster, Abadía de Westminster, Torre de Londres y Puente, Catedral St. Paul’s
- Día 3: Palacio de Buckingham, Museo de Cera, British Museo, Tour Jack El Destripador
- Día 4: Cambio de Guardia Buckingham, London Eye, Trafalguar Square
Día 1: Viaje de París a Londres por el Canal de la Mancha
Este viaje comenzó de una forma muy cómica mirándolo retrospectivamente, aunque en ese momento fue un poco estresante la situación.
El traslado desde París a Londres, decidimos hacerlo en tren por el Eurotúnel (canal de la mancha) para vivir la experiencia del recorrido de sus 50.5 Km, de los cuales 39 son submarinos a una profundidad media de 40m. Sin embargo, debo confesar que a mi criterio no es la mejor opción, tanto por lo económico como por la expectativa visual.
De acuerdo a mi apreciación, el ticket fue un tanto costoso, por muchísimo menos hubiésemos conseguido un boleto de avión en una aerolínea de bajo coste, aunque partiendo de la idea que lo interesante es pasar por el canal de la mancha, dejaré a un lado la parte económica, tomándola como el pago por la experiencia. Desde el punto de vista de lo que se puede ver en el camino, debemos considerar que es un tren de alta velocidad, los paisajes no son tan impresionantes y el tramo subterráneo, que dura aproximadamente unos 20 minutos, es un túnel oscuro.
Así que, desde mi humilde opinión, en cuánto a costo-expectativa, les recomendaría tomar un vuelo de alguna aerolínea de bajo coste, por el tema del ahorro. Pero si la idea es decir: viajé en tren de París a Londres, por el canal de la mancha, entonces merece la pena la inversión!
No sé, si fue por el pequeño inconveniente que tuvimos en la estación Gard du Nord, donde se toma el tren Eurostar en París, pero este trayecto no está dentro de mis favoritos. Pasas por una inmigración, tal cual un aeropuerto, en mi opinión inclusive un poco más estricta.
El oficial de inmigración no entendía, en nuestro caso, por qué teníamos un pasaporte italiano y éramos nacidas en Venezuela, al parecer no comprendía el tema de la doble nacionalidad y pretendía que le explicáramos todo aquello en su idioma, francés, que como les comenté no lo hablamos, en vez de inglés que es el idioma universal para el turista.
Esta demora, hizo que casi perdiéramos el tren, y de hecho que no nos asignaran el número de asiento correspondiente a cada una, cosa que tampoco sabía que se debía hacer antes de subir al tren. Pensamos que ya con la compra del ticket teníamos un número de asiento asignado. Pero para nuestra sorpresa no fue así.
Después de recorrer varios vagones y no tener donde sentarnos, ni a nadie de la línea de trenes a quién consultarle, pues nos sentamos como quién dice, en los puestos de la cocina.
A mitad del camino, más bien nos dio risa, pensar en el hecho de haber pagado tanto dinero y que el viaje no hubiese cumplido con nuestras expectativas en todo sentido. Mejor reír para no llorar!!.
Como les comenté al inicio, esto fue lo que nos sucedió a nosotras y es una opinión bajo mi experiencia personal.
Superado el contratiempo, llegamos finalmente a la magnífica metrópolis de Londres, a la estación Saint-Pancras, estación de ferrocarril ubicada al norte de la ciudad, su fachada gótica, aparece en la Saga de películas de Harry Potter, de donde parte el expreso de Hogwarts.
Tomamos la línea azul “Victoria” en la estación King’s Cross St. Pancrass, hasta la estación Pimlico y de allí caminamos unos 500m hasta el hotel (Lidos Hotel), donde teníamos una reservación para las próximas 3 noches. Luego de hacer el checkin, a pesar de la ligera lluvia que la mayor parte del tiempo acompaña a Londres, salimos por las adyacencias del hotel para hacer un reconocimiento de la zona, siempre es bueno conocer que tienes cerca de hotel, compramos algo de comer, para reponer fuerzas y descansar hasta el día siguiente.
Día 2 : Big Ben, Palacio de Westminster, Abadía de Westminster, Torre de Londres y Puente, Catedral St. Paul’s
Comenzó un nuevo día y a pesar de la nubosidad constante de Londres, estábamos emocionadas por salir a conocer la ciudad. Caminamos hasta la estación Victoria y tomamos el metro de la línea verde hasta la estación Westminster.
Ante nuestras miradas se impuso la imagen más icónica de Londres y del Reino Unido, el emblemático Big Ben, nombre con el que se conoce actualmente el conjunto de atracciones del sitio, la torre, el reloj y la campana, pero realmente el término es originario únicamente de la gran campana.
El nombre oficial de la torre era “Clock Tower”, a partir del 2012 pasó a llamarse Elizabeth Tower, en honor a la Reina Isabel. En la torre de estilo neogótico de 96.3 metros de altura, se encuentra el reloj de cuatro caras más grande del mundo, muy famoso por su precisión y fiabilidad. Además de las 5 campanas, la más grande y famosa oficialmente llamada “Great Bell” o mejor conocida como Big Ben, da la hora, y las cuatro más pequeñas tocan los llamados cuartos de Westminster.
Caminamos por las afueras del Palacio de Westminster, que se encuentra ubicado en la orilla norte del río Támesis, éste alberga más de mil salas, pero las más importantes son las de las cámaras del parlamento, la de los lores y la de los comunes.
Admiramos sus dos Torres más resaltantes, al sudoeste, la más alta es la Torre Victoria, cuadrada con 98.5 m de altura, llamada así en honor a la Reina Victoria I. Al noroeste, la Torre Isabel con su majestuoso reloj!. Solo la pudimos admirar desde el exterior, puesto que las visitas internas y para subir hasta el campanario, es solo para residentes del Reino Unido.
Algunos de los jardines en los alrededores del palacio son de acceso público, como el de la Torre Victoria, desde donde se tienen muy buenas vistas para fotografiar. Caminamos hasta la Abadía de Westminster, iglesia al estilo gótico donde tienen lugar coronaciones, bodas y entierros de los monarcas. Este monumento sí que se puede visitar en su interior y aunque parece un poco elevado el costo de la entrada, valió la pena la visita y toda la historia que guarda en ella.
Desde allí tomamos nuevamente el metro en la estación Westminster de la línea verde hasta la estación Tower Hill, para llegar a nuestro próximo punto de interés, La Torre de Londres, es un castillo situado en la ribera norte del Río Támesis, comprende varios edificios denominados: torres, situadas dentro de muros defensivos y un foso, la principal y más importante es La Torre Blanca, en virtud de su fortaleza era el alojamiento del rey por excelencia.
Además de los edificios se pueden ver las joyas de la corona, una colección de armaduras reales, restos de la muralla romana, los famosos cuervos y al salir de allí, admirar el famoso puente de las dos torres de Londres, que en su estilo victoriano neogótico combina las características de puente colgante y basculante.
Para llegar a nuestra próxima parada, tomamos el metro línea verde, en la estación Tower Hill hasta Mansion House, aunque la estación más cercana es St. Paul’s de la línea roja, desde donde nos encontrábamos era nuestra ruta más fácil para llegar a la Catedral de Saint Paul’s, está ubicada en uno de los puntos más altos de la ciudad, es la sede de la diócesis y obispo de Londres.
Su cúpula de 111m de altura, inspirada en la cúpula de Miguel Ángel de la Basílica de San Pedro, resalta entre las dos torres de la fachada principal, se puede ascender a través de 530 escalones, los cuales se hacen cada vez más estrechos al ir avanzando entre sus 3 galerías.
Con su estilo barroco, es la catedral más grande de Londres y la segunda en Inglaterra, dio lugar a grandes acontecimientos, como el funeral de Winston Churchill y la boda del Príncipe Carlos y Diana de Gales.
Luego de subir 530 escalones y admirar desde la cima la hermosa vista de la Ciudad, era hora de comer algo y descansar!
Día 3: Palacio de Buckingham, Museo de Cera, British Museo, Tour Jack El Destripador
Con mucho entusiasmo al comenzar el día nos dirigimos al Palacio de Buckingham, residencia de la familia real en Londres desde 1837. Actualmente lugar de residencia de la Reina Isabel II.
Las visitas al interior del Palacio solo están permitidas durante pocas semanas al año, entre finales Julio y mediados de Septiembre, nuestro viaje fue a mediados de Octubre, por lo cual admiramos su belleza desde el exterior y nos disponíamos a presenciar una de las celebraciones más visitadas de la ciudad, el cambio de guardia.
Desafortunadamente para nosotras, solo desde Mayo hasta Julio, los cambios de guardia tienen lugar todos los días a las 11:30am, el resto del año es en días alternos, generalmente, cada dos días, y precisamente ese día no había ceremonia.
Nos dispusimos entonces a tomarnos un día de Museos, caminamos por el Green Park hasta la estación Green Park, línea Jubilee, hasta Baker Street Station a unos 4 minutos del Museo de Cera “Madame Tussauds”, aunque el costo de la entrada en su momento me impactó, luego de recorrerlo, admito que estuvo muy bien pagada!
Nos tomamos fotos con actores de Hollywood como Will Smith, Brad Pitt, con grandes deportistas como Pelé, Aitor Sena, personalidades de la historia como Ghandi, Luther King, Mandela. Estrellas de la música como Pavarotti, The Beatles. Cerrando con broche con el Papa Juan Pablo II. Entre muchos otros personajes importantes del mundo.
El próximo museo a visitar “The British Museum”, de camino a la estación de metro por donde llegamos, nos conseguimos una estatua de Sherlock Holmes, y muy cerca se encontraba el museo, no entramos porque no estaba dentro de nuestro itinerario; sin embargo me causó curiosidad visitarlo, tal vez en una próxima oportunidad.
Una vez tomamos la línea Metropolitan, llegamos a la estación Euston Square, desde donde debimos caminar aproximadamente unos 10 minutos para llegar al Museo Británico de Londres, uno de los más antiguos del mundo y el tercero más visitado con una afluencia aproximada de 5 millones de visitantes al año. Su entrada es gratuita!
Posee más de 7 millones de objetos procedentes de todos los continentes, organizados dentro de acuerdo a su procedencia. La extensión del museo es tal, que podría tomar un día entero visitarlo detenidamente. Al contar con pocos días, nos enfocamos en visitar las salas más destacadas, como el Gran Atrio situado en el centro del museo y la llamativa sección del Antiguo Egipto y la Antigua Grecia.
Para finalizar el día, tomamos un tour de Jack el Destripador, que comenzó a las 8pm saliendo de Tower Hill, con una duración aproximada de un poco más de dos horas. El tour es a pie, pasando por las ubicaciones de los “Asesinatos de Whitechapel”, con la oscuridad al caer la noche, la brisa otoñal, la narración misteriosa del guía, nos trasladamos a la espeluznante época de Londres de 1888, conociendo los lugares y detalles más oscuros de los asesinatos más famosos de la historia de Londres, aún sin resolverse.
Día 4: Cambio de Guardia Buckingham, London Eye, Trafalguar Square
Después de una larga caminata y noche de suspenso, amanecimos con ganas de visitar el London Eye! Caminamos desde el hotel hasta la estación Victoria, para tomar el metro de la línea verde hasta Westminster, al llegar allí pasamos el Puente de Westminster y allí estaba la sorprendente estructura de 135 metros de altura, con sus 32 cabinas de cristal que te permiten una vista fabulosa de Londres durante los 30 minutos que perdura el giro de la gran rueda.
Debido al horario de apertura de la atracción y la duración del recorrido, no podíamos perdernos nuevamente la oportunidad de la ceremonia de cambio de guardia, que con esperanza esperábamos poder ver este día, suponiendo que ninguna lluvia se opusiese en su desarrollo.
Decidimos entonces ir primero al Palacio de Buckingham desde allí y dejar para más tarde el paseo por la Rueda del Milenio. Caminamos nuevamente hasta la estación de Westminster y de allí al Palacio, caminando por el Birdcage Walk nos tomó tan solo 15 minutos para llegar, el buen clima y la afluencia de turistas nos indicaban que si tendríamos cambio de guardia.
Ya posicionadas lo más cerca posible de las rejas del palacio, comenzó puntualmente la ceremonia. Donde los guardias encargados de la seguridad del palacio son relevados, con un desfile de los guardias de relevo con sus enormes sombreros de pelo, acompañados de caballos y una banda musical.
El acto dura unos 45 minutos aproximadamente. Si bien es una ceremonia muy famosa y digna de ver al menos una vez en la vida, me pareció un poco larga y más después de tanta expectativa por el primer intento fallido.
Una vez culminada retornamos nuevamente al London Eye, listas para subir a dar una vuelta de 365 grados, para admirar las panorámicas de Londres desde distintos ángulos a lo largo del recorrido. Como la mayoría de los monumentos y atracciones de la ciudad, la entrada es algo costosa, sin embargo las vistas pagaron su valor!
De allí caminamos por The Queen’s Walk, cruzamos el Puente Hungerford, paralelo al Westminster, pasando sobre el Támesis y recorriendo posteriormente la Avenida Northumberland, para llegar a nuestra próxima parada, Trafalgar Square, una de las plazas más importantes de Londres.
Construida en 1830, con motivo de conmemorar la Batalla de Trafalgar, donde la armada británica venció a las armadas francesa y española. En el centro una columna de granito de 50 m de altura, con una estatua del almirante Horatio Nelson, quién falleció durante la batalla.
Hacia el norte de la plaza se observa la inmensa Galería Nacional, frente a ella dons grandes fuentes que se iluminan por las noches. Es una plaza animada y concurrida a cualquier hora del día, luego de las respectivas fotos, nos sentamos en las escaleras de la National Gallery, comer unos snacks que traíamos!
Ya era el último día, y sinceramente faltaron muchos sitios por conocer, que estaban dentro de la lista para visitar, pero debido al corto tiempo y las distancias, no los pudimos visitar, como Greenwich y Wimbledon. Así que Londres, nos volveremos a ver!